Hace unas semanas realicé una columna periodística y quiero compartirla con ustedes por que creo que es bastante relevante el lugar que esta ocupando la tecnología en nuestras vidas.
UNA VIDA DEPENDIENTE
Vivimos en un mundo cada vez más desarrollado y esto es, precisamente, gracias a los avances tecnológicos, que sin duda nos facilitan la vida de una manera notable, pero es irónico que la tecnología nos ayude a estar cerca de los que están lejos, y nos aleja de los que están cerca.Muchos de los jóvenes no pueden salir de casa sin su mp3 o su teléfono, y a medida que se ofrecen tales aparatos con más capacidad y funciones- y a precios más bajos- las posibilidades de estar todos unidos a una misma red aumentan; en consecuencia, son los padres a quienes se les dificulta supervisar, educar y disciplinar a sus hijos.
Si bien es cierto, la tecnología facilita de gran manera las actividades cotidianas y en general la vida del hombre, también puede afectarnos mental y físicamente cuando le damos un uso excesivo o inadecuado. Y nosotros los jóvenes somos los que más familiarizados estamos y por ende, los que más afectados podemos resultar.
Creo que todos nosotros, o una gran parte, utilizamos las redes sociales. La idea es darle un buen uso, la que sea que se utilice, no solo porque puede haber una persona que quiera perjudicarte al otro lado de la pantalla, sino porque nosotros mismos también podemos perjudicarnos generando un vicio y depender de un computador, celular, tablet o lo que sea que nos permita estar conectados en nuestra red social que puede ser una o varias.
Si el estar conectados a la red nos ocupa cada vez más tiempo y se ha convertido en nuestra actividad preferida al grado de excluir todo lo demás, algo anda mal. Existen quienes se aíslan por horas enteras con sus aparatos electrónicos, no hacen ejercicio o hacen muy poco, por lo que corren el riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular, diabetes u otra afección grave.
No puede negarse que gran cantidad de los productos que ofrece la ciencia y la tecnología son prácticos y nos pueden ahorrar mucho más tiempo y energías. Aprovechémoslos si los necesitamos, pero hagámoslo de una manera responsable y considerada. Tengamos presente que las personas están antes de la tecnología. Ya depende de nosotros mismos si la tecnología se convierte en una bendición o maldición.