Akafala
Como les decía en el curso de Arte seguimos con los mitos y leyendas que como sabemos algunas narraciones partían de hechos reales, pero otras eran narradas sólo para educar, aunque no fueran ciertas.
A mí personalmente una de las leyendas que más me gustó y me pareció muy interesante fue esta “Akafala”, pues nos deja una gran enseñanza. Aún no la expongo porque no nos ha dado el tiempo en el aula, pero quiero compartirlas con ustedes, espero sea de su agrado.
Akafala era una hermosa princesa de Túcume, el “Valle de las Pirámides”. Era tan bella que sus ojos negros encantaban a muchos hombres, pero tanto se gustaba a sí misma por ser tan bella, que sólo vivía pendiente de sí misma, rechazando los amores que le ofrecían.
Akafala pensaba que era tan bella como la Luna, por eso un sacerdote, en nombre de todo su pueblo la conjuró a vivir embarazada siempre, pues en eso está el orgullo de una mujer, no en su belleza.
Akafala se vio y pensó que no era bella, por eso se envenenó, dejando como testigo a la Luna, pero la Luna en castigo por querer decidir sobre su vida, la convirtió en una estrella de mar, que no brilla y vive en el fondo del agua, en donde nadie la puede admirar.
¿Qué nos enseña?
La leyenda de la princesa Akafala nos muestra como la vanidad es castigada por los dioses; y que no te lleva a nada bueno, pero también nos permite conocer que en el antiguo Lambayeque hubo mujeres que tenían el poder, al igual que los hombres.
Si desean pueden escuchar la narración de esta leyenda que hizo nuestra compañera Milagros Uriarte Santa Cruz en un concurso de Cuentacuentos.
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